Si hacemos a Dios el centro de nuestro hogar y de nuestras vidas. Él guiara nuestros pasos y todo nos saldrá bien. Dios instruye al hombre (esposo) como cabeza del hogar y la mujer(esposa) tiene que estar sujeta a su esposo.
Pero tenemos que entender que el esposo tiene que amar a su esposa y dar su vida por ella si fuera necesario. Al igual que Jesús dio su vida por la Iglesia.
“Las casadas estén sujetas a sus propios maridos, como el Señor;
porque el marido es la cabeza de la mujer,
así como Cristo es cabeza de la iglesia,
la cual es su cuerpo,
Y él su salvador.
Así que, como la iglesia esta sujeta a Cristo
Así también las casadas lo estén a sus maridos en todo.
Maridos amad a vuestras mujeres,
Así como Cristo amo a la iglesia,
Y se entrego así mismo por ella.
Para santificarla,
Habiéndola purificado en el lavamiento del agua por la palabra,
A fin de presentársela a sí mismo,
Una iglesia gloriosa,
Que no tuviese mancha ni arruga ni cosa semejante,
Si no que fuese santa y sin mancha.
Así también los maridos deben amar a sus mujeres como a sus mismos cuerpos.
El que ama a su mujer a sí mismo se ama.
Porque nadie aborreció jamás a su propia carne,
Si no que la sustenta y la cuida,
Como también Cristo a la iglesia,
Porque somos miembros de su cuerpo,
De su carne y de sus huesos,
Por eso dejara el hombre a su padre y a su madre,
Y se unirá a su mujer,
Y los dos serán una sola carne.”
Efesios 5:22-31
AMEN