Los hijos son un regalo y una bendición que Dios nos da, para que eduquemos, enseñemos, amemos y encaminemos en los caminos de Dios.
Ya que si de pequeños están en los caminos de Dios aun cuando fueren viejos no se apartaran.
Si desde pequeños vamos sembrando en ellos la palabra de Dios, esta en su vida florecerá y dará fruto.
“He aquí, herencia de Jehová son los hijos;
Cosa de estima el fruto del vientre.
Como saetas en mano del valiente,
Así son los hijos habidos en la juventud.
Bienaventurado el hombre que lleno su aljaba de ellos.”
Salmo 127:3-5.
AMEN