Como dijo Jesús, él es la vid verdadera y su padre el labrador.
Seamos como pámpanos que dan fruto y dejemos que Dios corte y quite lo que no sirve de nosotros, ya que como los pámpanos apartados de la vid se secan y mueren.
Así nosotros apartados de Dios nos secamos y morimos.
“Yo soy la vid verdadera, y mi Padre es el labrador.
Todo pámpano que en mi no lleva fruto, lo quitara; y todo aquel que lleva fruto, lo limpiara, para que lleve mas fruto.
Ya vosotros estáis limpios por la palabra que os he hablado.
Permaneced en mi, y yo en vosotros: Como el pámpano no puede llevar fruto por si mismo, si no permanece en la vid, asisteis tampoco vosotros, si no permanecéis en mi.”
Juan 15:1-4
No te partes de Jesús
Amen y Amen