Son muchos los que empiezan en la carrera de la FE, pero las tribulaciones, las distracciones, él desanimo, los afanes de este mundo., Hace que muchos dejen de correr.
Tenemos que empezar y seguir, aunque caigamos, nos desanimemos, tenemos que levantarnos y seguir hasta el fin. Poniendo nuestros ojos solo en Jesús. Él nos dará las fuerzas necesarias para continuar cada día.
“Por tanto, nosotros también, teniendo en derredor nuestro tan grande nube de testigos, despojémonos de todo peso y del pecado que nos asedia y corramos con paciencia la carrera que tenemos por delante,
puestos los ojos en Jesús, el autor y consumador de la fe, el cual por el gozo puesto delante de el sufrió la cruz, menospreciando el oprobio y se sentó a la diestra del trono de Dios
Considerad a aquel que sufrió tal contradicción de pecadores contra sí mismo, para que vuestro animo no se canse hasta desmayar.
Hebreos 12:1-3
Amen
CORRAMOS LA CARRERA DE LA FE HASTA EL FIN SIN DESMAYAR.