Debemos estar atentos para poder escuchar la voz de Dios.
No tenemos que escuchar la voz del mundo.
El mundo habla de, crisis, enfermedad, guerra, pobreza, muerte.
Dios habla de vida y de vida en abundancia.
Él suple todas nuestras necesidades.
No apartemos nuestros ojos de Jesús.
“Hijo mío,
Esta atento a mis palabras;
Inclina tu oído a mis razones.
No se aparten de tus ojos;
Guárdalas en tu corazón;
Porque son vida a los que las hallan,
Y medicina a todo su cuerpo.”
Proverbios 4:20-23
ALELUYA