Dios conoce nuestro corazón y sabe lo que vamos a hacer antes de realizarlo.
A él no podemos engañarle.
Por eso nos dice que si le buscamos de corazón le hallaremos.
Ya que el siempre esta para escucharnos, somos nosotros los que muchas veces no queremos oírle.
“Entonces me invocareis y vendréis y orareis a mí, y yo os oiré;
y me buscareis y me hallareis, porque me buscareis con todo vuestro corazón”
Jeremías 19:12-13
Amen