Tenemos que estar convencidos de que todo lo que pedimos al Padre orando y creyendo en nuestro corazón, él nos lo concederá.
Pero que pasa a veces oramos y parece que nada sucede, que la situación en vez de mejorar empeora y....... Allí es donde más que nunca tenemos que poner en funcionamiento el músculo de la Fe. Y creer y esperar en Dios. No mirando la circunstancia sino mirando y confesando las cosas que no son como si fuesen.
“Por qué de cierto os digo que cualquiera que dijera este monte. Quítate y échate en el mar, y no dudare en su corazón, si no creyere que será hecho lo que dice, lo que dice le será hecho.”
Marcos 11:23
Amen