Gocémonos siempre y en todo momento en el Señor.
Aunque esté ante momentos de tribulación y aflicción, gocémonos en el Señor.
Recordemos a Pablo y Silas, estaban encerrados en la prisión, fueron apaleados y puestos en la celda más oscura, atados de pies y manos. ¿Y que estaban haciendo?
Alabando a Dios, Gozándose en el Señor de señores, en el Rey de Reyes.
Así que hermanos gocémonos siempre en el Señor. Él nos da fuerzas.
“Pero alégrense todos los que en ti confían;
Den voces de jubilo siempre, porque tú los defiendes;
En ti se regocijen los que aman tu nombre;
Porque tu, OH Jehová, bendecirás al justo;
Como con un escudo lo rodearas de tu favor.”
Salmo 5:11-12.
Amen