Para todos los que tenemos el honor de poder ser llamados hijos de Dios.
Por que aceptamos a Jesús como nuestro señor y salvador.
El nos lavo con su sangre bendita y nos limpio de todos nuestros pecados.
Y nos dio poder y autoridad para sanar enfermos, echar fuera demonios, y liberar almas de las manos de Satanás.
Todo en el nombre maravillosos y poderoso de Jesús.
Y ahora ya todos somos templo de Dios, y el espíritu de Dios mora en cada uno de nosotros.
Amen.