Debemos estar preparados
Para el día que Dios nos
necesite.
Que mejor orgullo que el día
que Dios te pida,
Que hagas alguna cosa
puedas decirle.
“Heme aquí Señor, envíame
a mí”
“Después oí la voz del
Señor que decía.
¿A quien enviare,
Y quien ira por nosotros?
Entonces respondí yo:
Heme aquí Señor,
Envíame a mí.”
Isaías 6:8
ALELUYA