Nuestro hombre interior
necesita alimentarse al igual que nosotros.
Por eso debemos
alimentarlo con la palabra de Dios y fortalecerlo día a día.
Cuanto más fuerte este
nuestro hombre interior mas fuerte estaremos.
Ya que el reflejo del
hombre interior se muestra fuera.
Y confiemos en Dios, el
cuida de nosotros.
Y nunca pero nunca nos
dejara, ni desamparara.
Y en el día de angustia
es cuando más notaremos su presencia.
“Pero en aquel día yo te
librare,
Dice Jehová.
Y no serás entregado en
manos de aquellos a quienes tu temes.
Porque ciertamente te
librare,
Y no caerás a espada,
Sino que tu vida será por
botín,
Porque tuviste confianza
en Jehová.”
Jeremías 39:17-18
ALELUYA