La falta de perdón es una atadura que Satanás utiliza contra nosotros.
Y si no perdonamos estamos condenados.
La falta de perdón es como un veneno que tomamos a diario a gotas pero que finalmente nos termina envenenando.
Muchas veces pensamos que el perdón es un regalo para el otro, sin darnos cuenta que los únicos beneficiarios somos nosotros mismos.
Así que hermanos perdonen a los que les ofenden y bendíganles.
“Porque si perdonáis a los hombres sus ofensas, os perdonara también a vosotros vuestro padre celestial; mas si no perdonáis a los hombres sus ofensas, tampoco vuestro padre os perdonara a vuestras ofensas”
Mateo 6:14-15
Amen y Amen